[vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][vc_column_text]No fue fácil. Nada fácil. México demostró ser el Gigante de la Concacaf, pero con muchas, muchas dudas. De aquella selección que goleaba a absolutamente todos los rivales de su confederación poco queda. Cada vez es más difícil ganar la Copa Oro. Pero se volvió a ganar.
México llegó a esta final igual que a todas: como claro favorito. Estados Unidos, el segundo de la zona, no alineó a aquellos jugadores de las generaciones doradas. No jugaron los Beasly, los Donovan, los Jones, pero aun así complicaron el partido.
Este encuentro es, por mucho, un clásico. Las relaciones territoriales, políticas, económicas, lingüísticas, deportivas y culturales siempre han sido distintas y hasta contrapuestas. El fútbol, hasta hace unos años, era el único rubro en el que se les podía ganar con facilidad y frecuencia. Hoy eso no se notó.
El equipo mexicano intentó en el primer tiempo. Algunos pelotazos, llegadas y centros a la nada fue lo único que ofreció la selección nacional. Fallas y nerviosismo hicieron que los aficionados pidiésemos el descanso de medio tiempo. No había las facilidades como contra Cuba o Canadá.
Al segundo tiempo apareció el “ole” en las tribunas. La siempre abundante afición mexicana en los estadios norteamericanos quiso hacer su partido ante la incapacidad de los verdes. Viejos fantasmas recorrieron el estadio Soldier Field. Aquel 2-0 del 2002 no deja de atormentar a la afición. El día que fuimos sus hijos. El día que ellos llegaron al Quinto Partido.
Pero al 72 la firmó un Dos Santos, no el Gio del 2011, sino Jona. Desde fuera del área la puso en el único lugar que hacía falta: debajo del poste, ahí pegadito. El gol dio un respiro, puso las cosas en su lugar. A partir de ese momento México jugó con más calma, relajado.
Con este marcador, México obtuvo su undécima Copa de Oro. Sigue siendo el Gigante de Concacaf, pero cada vez le pesan más los años.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
