[vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][vc_column_text]Por: Guillermo González
«El gran deseo del corazón inquieto es el de poseer interminablemente al ser que ama»
Albert Camus. La Peste
La pandemia llegó al fútbol mexicano. Estadios sin gente, suspensiones, medidas sanitarias. Toluca recibió al Atlas en una Bombonera sin gente. Los sonidos de los bombos y las trompetas, de las porras, de los aficionados y hasta del sonido local se extrañó. Atlas derrotó 2-3 a un Toluca que lleva años sumido en la mediocridad. No juega a nada.
Las calles aledañas al Nemesio Diez lucieron una calma extraña, sin sabor. Los reporteros de cadenas nacionales como Fox Sports o ESPN acostumbrados a transmitir entre el bullicio lo hicieron en total soledad. El tránsito no fue afectado por lo que tuvieron que hacerlo desde la banqueta. La seguridad privada del estadio resguardó las entradas uniformados con guantes quirúrgicos y cubrebocas.
Toluca y Atlas jugaron un partido que parecía de trámite, en momentos hasta de pretemporada. La falta de afición creó un ambiente de ausencia. Se escucharon las órdenes de los entrenadores, las quejas de los jugadores y hasta el silbato del árbitro que se volvió molesto.
En la cancha, Atlas hizo lo suyo, aprovechó la nula defensa del Toluca, arrancó con todo y a los 3 minutos puso el 0-1. Minutos después, al 21, Leo Fernández fallaría un penal, pero anotaría de remate. Atlas nunca dejó que Toluca se emocionara y dio la vuelta en dos ocasiones. Abella al 63 y Cuero al 86. El Atlas de las cinco derrotas consecutivas sacó los tres puntos de visitante.
Toluca vuelve a perder. La Liga está oficialmente suspendida y la incertidumbre le da un respiro al equipo rojo, el cual, por evidentes razones no fue abucheado esta tarde. La Bombonera se convirtió por dos horas en Omán, la ciudad argelina de la novela La Peste de Alberto Camus. La comunicación entre afición y equipo se interrumpió por medidas gubernamentales y fue confirmada la enfermedad de un equipo que lleva, al menos, 10 años contagiado de mediocridad.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
