Agustín Solano ya carga con una medalla de oro, que guarda la historia que lo ha convertido en uno de los atletas universitarios más inspiradores de la UAEMéx. Estudiante de la Licenciatura en Medios Alternos de Solución de Conflictos de la Facultad de Derecho, Agustín es la mezcla de esfuerzo, disciplina y amor al deporte. Conoce aquí al campeón de oro de lucha en ANUIES 2025.

Un deporte que cambiaría su rumbo
Agustín comenzó su relación con el deporte cuando ingresó a la preparatoria durante pandemia. Por consejo de su papá, decidió buscar algún deporte universitario que pudiera mantenerlo activo, y aunque no sabía muy bien de que iba la lucha, decidió probar. Y así, con 15 años, inicio en septiembre de 2021 su recorrido por la lucha universitaria.
«Me llena de orgullo poder hacer un deporte que sea complicado, que sea un deporte en el que no todos puedan hacerlo y que eso le da un grado de satisfacción mayor”

Este camino no habría sido lo mismo sin el apoyo de la UAEMéx quien le proporcionó instalaciones, entrenadores, equipo y un entorno competitivo que le permitió crecer en este deporte.
Lucha universitaria: disciplina y resiliencia
La lucha es un deporte que combina fuerza, velocidad, potencia y agilidad mental. Agustín, quien lleva ya casi 5 años dedicándose a este deporte, reconoce que puede llegar a ser un deporte cruel, porque no importa que te prepares todo el año, puedes perder en tan solo 20 o 30 segundos, y aunque esto que para muchos podría resultar decepcionante, para él, es la razón de ser disciplinado y trabajar duro.
«El deporte es así. Si quieres avanzar en el deporte, tienes que ser disciplinado, tienes que ser constante, tienes que dejar a un lado cosas que no aportan a tu evolución (…) La lucha es un deporte bastante lindo en el que puedes conocer a muchas personas, puedes conocer muchos lugares, puedes tener mucho reconocimiento, pero también es un deporte muy cruel»

Agustín ha aprendido, que la disciplina debe llevarla en todo lo que haga, no solo en el deporte y es esto, lo que le permite cosechar grandes triunfos. “Antes de ser atleta soy persona y si quiero ser un buen atleta tengo que ser una buena persona”.
El camino al oro
La victoria de Agustín en los Nacionales Universitarios no fue un accidente, sino resultado de un proceso largo y sostenido. “Detrás de la medalla hay mucho esfuerzo, mucha disciplina y muchos sacrificios”.
Antes de este triunfo, Agustín había sido subcampeón nacional de esa competencia y cargaba con la espina de aquella final perdida. Sin embargo, en esta ocasión, con el acompañamiento de su equipo y la preparación que le brindó la universidad, pudo enfrentarse a rivales complejos y superar una semifinal reñida.
«Fue bastante satisfactorio y un alivio para mí saber que todo mi trabajo y todo mi sacrificio estaba dando resultados.»

Lidiar con la derrota
Aunque en este momento, Agustín saborea la victoria de un campeonato nacional, reconoce que hubo una época en la que cada derrota era devastadora y dudaba en rendirse.
«Al principio, cuando perdía, me sentía así como mal, quería dejar el deporte porque sentía que no era bueno. Con la constancia que tuve, con la disciplina, hizo que no abandonara»
Ante estos obstáculos mentales, la constancia, reforzada por la rutina universitaria y el acompañamiento de su entorno deportivo, lo sostuvo, y aunque el resultado tardó, finalmente llegó.
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Familia y universidad: los dos motores
El principal motor de Agustín, es su familia. Su mamá, papá y hermanos son su motor para poder seguir adelante cada día. Además, se ha convertido en un modelo a seguir por sus sobrinos, quienes incluso le han dicho que aspiran a ser como él de grandes.
Aparte de su familia, la universidad ha estado para él desde la preparatoria para acompañarlo en cada etapa de su formación académica y universitaria, por lo que el pretende seguir poniendo en alto el nombre de la escuela que lo ha acogido desde sus inicios.

La trayectoria y los logros de Agustín son un motivo de orgullo universitario, que nos recuerdan que, en el entorno deportivo adecuado, con disciplina y amor por lo que se hace, es posible conquistar medallas de oro y vivir con pasión el resultado de años de esfuerzo y determinación.



