En el corazón de Metepec, un rincón mágico nos abre sus puertas una casa única, tan singular como las manos que la han moldeado durante cinco décadas: una casa de barro.
Esta casa no es sólo una residencia, es una obra viva, un legado de generaciones de artesanos que, desde sus muros hasta sus techos, celebran con cada rincón la historia y el alma de quienes forjan la tradición artesana del pueblo.
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Miguel Ángel González Mesillas, un artesano de alma profunda y manos hábiles, es quien nos guía por la casa de sus padres, entre pasillos llenos de cazuelas, figuras y esculturas, cuidadosamente esparcidas como piezas de un enorme mosaico cultural.
Nos habla con orgullo de su legado familiar, de sus recuerdos de niño moldeando piezas que forman parte de los muros de esta casa. Este lugar también es espacio para talleres, donde cada visitante tiene la oportunidad de moldear su propio pedazo de historia.
No solo está llena con pequeñas y grandes piezas de barro, sino también de los vitrales que añaden una luminosidad casi mística a este espacio que los visitantes describen como un museo vivo.
En esta casa de barro en Metepec, cada pieza de barro cuenta una historia, cada color de vitral ilumina un recuerdo, y cada taller es una invitación a sumergirse en la tradición de un oficio que sigue transformando el alma de este pueblo mágico.
¿Quieres vistarla? Esta casa se abre regularmente para quienes quieren conocer el taller de Miguel y adquirir piezas de barro. Se encuentra ubicada en la calle Altamirano #68, Barrio Santa Cruz, Metepec, entre Morelos y Pedro Ascencio. Así llegas.
