La gastronomía sostenible, según el Gobierno de México, es mucho más que echarte unos buenos tacos; es una forma de cuidar el planeta, nuestras tradiciones y a las personas que siembran, cosechan y preparan lo que llega a tu plato. Es valorar lo que produce la tierra y a quienes lo hacen posible.
No se trata solo de disfrutar platillos deliciosos que cuentan la historia de nuestra gente y su tierra, sino también de apoyar el crecimiento de la agricultura, proteger la biodiversidad, garantizar el acceso a los alimentos y fomentar una alimentación nutritiva.
En México tenemos una gastronomía tan rica y diversa que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Cada platillo es un reflejo de nuestra historia, nuestras raíces y la creatividad de las comunidades que han pasado sus recetas de generación en generación.

Casonas en Toluca que ahora sirven comida con historia
¿Cómo le entro para ayudar?
- No tires la comida: Cocina justo lo que te vayas a comer, aprovecha la comida en caso de que te haya sobrado y checa las fechas de caducidad.
- Apoya a los agricultores locales: Date una vuelta por el mercado o central de abastos y compra directo a los productores, así su economía y su comunidad se fortalecen.
- Prueba lo local cuando viajes: Anímate a conocer sabores nuevos, desde pescados hasta frutas poco comunes. Es una forma chida de conectar con la cultura y además apoyar la economía local.
- Cuida nuestras tradiciones: Las recetas de la abuela y las comidas típicas son lo básico para una alimentación sostenible. Prueba cocinar con ingredientes de la región, como legumbres que son fáciles de cultivar y súper nutritivas.

Lo sabroso de la gastronomía mexiquense está aquí
¿Y por qué le pusieron un día?
La FAO (los encargados de la alimentación a nivel mundial) decidió ponerle fecha a la alimentación sostenible porque:
- Se tira a la basura una tercera parte de toda la comida que producimos.
- En 2050, vamos a tener que alimentar a más de 9 mil millones de personas.
- Consumir lo local y hecho con respeto beneficia a los agricultores, cuida el planeta y ayuda a la economía de la comunidad.
- Comprar productos de temporada baja la huella de carbono, porque se usa menos transporte y menos recursos.
La próxima vez que cocines, compres o salgas a comer, elige lo local, lo de temporada y lo hecho con amor y conciencia. Cada bocado puede ser un acto de cuidado por el planeta, por nuestras tradiciones y por quienes hacen posible que la comida llegue a tu mesa.



