Mujer, ingeniera mecánica, maestra en administración de negocios, empresaria, mentora, emprendedora incansable, esposa y madre de familia. Ruth Santana es una mujer de las que caminan por delante, que se abren brecha en áreas dominadas por hombres, retándose a sí mismas. Es de las que, si se caen, se levantan y aceptan que a veces está bien estar mal y regresan más fuertes que nunca. Ruth es una de esas mujeres que luchan toda la vida, de las imprescindibles.
Y aquí, en esta entrevista, te contamos un poco más de ella:
El reto de ser mujer
Por azares del destino, o no, la entrevista se agendó el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, un día de muchas emociones. Ante ello Ruth, quien cree en la sororidad, en el apoyo mutuo, en que el trabajo de unas hace brillar a otras y de regreso.
Este vaivén de energía es una fuente de inspiración para Ruth, quien fomenta desde su trinchera el empoderamiento de la mujer, sin embargo, es clara en que no es aquel que deviene en mera lucha de géneros. Para Ruth, hombres y mujeres somos complementos.
Así piensa una mujer que nació en un matriarcado. Hija de una joven madre que estudiaba medicina, se crió con sus abuelos y sus tías que siempre vio como sus hermanas. Este origen hizo de Ruth una niña independiente que, apenas creció un poco, tomó la decisión de iniciar su vida laboral.
A los catorce años entró a trabajar como niñera en un salón de fiestas infantiles. En sus siguientes trabajos, ya como ingeniera mecánica, aprendió y demostró que no hay trabajos exclusivos para los hombres.
Su familia, su vida, ella
Ruth, al igual que su madre, tuvo a su hija, Regina, cuando aún era muy joven y esto le significó un primer reto importante: sacar a su hija adelante. Afortunadamente, nos cuenta Ruth, de la mano de Víctor, su esposo, que es su compañero y el amor de su vida, lo lograron.
Años más tarde llegaría Víctor hijo a sus vidas, y así hoy, conforman esta familia que para Ruth es el eje de su vida. Pero administrar el tiempo en una vida tan comprometida con el trabajo y la familia no ha sido fácil. Ruth nos cuenta que han sabido, como equipo que son, sacar adelante los inconvenientes generados por las largas jornadas laborales y el trabajo con un negocio que, como ella lo llama, es un bebé de dos años, refiriéndose a «San7o Pecado», al cuál está dedicada de tiempo completo. Por ello, valoran de sobremanera esos instantes antes del sueño que se han convertido en la hora de compartir en familia el día a día.
Y como no todo es trabajo en esta vida, Ruth también nos contó de su amor por los animales, y en particular por los perros. Entre risas comenta que “hace pasteles para poder ayudar a los perritos de la calle con tranquilidad”.
Además de todo, con Regina tiene una fundación llamada “San7tas Huellitas” donde rescatan, rehabilitan y dan en adopción a perros que encuentran en dicha situación.
Otra de sus pasiones es el fútbol americano, pero no solo ella, la familia completa es fanática de este deporte. Por herencia de Víctor, su esposo, todos son 49’s y sus hijos incluso practican este deporte, Regina en el flag football deporte que cuenta con una gran comunidad a nivel local y Víctor en equipos juveniles.
Además, Ruth es una mujer a la que le gustan los simbolismos y los temas holísticos que miran la totalidad del conjunto, en lugar de solo las partes individuales; esto, de acuerdo con ella, le da herramientas para aplicarlas en todas las áreas de su vida.
Aprender a aprender
Ruth Santana nos cuenta que siempre fue muy “ñoña”; siempre obtuvo buenas calificaciones en la escuela y materias con las que la mayoría sufrimos como las matemáticas, que le encantaban; la física y química, en las que incluso participó en olimpiadas estatales y fueron su máximo. Recordó y reconoció a su maestro de secundaria Gerardo Martiñon, el haber sido el guía que la acompañó en su decisión de ser ingeniera.
A Ruth le encanta estar aprendiendo; es apasionada de los podcasts, de aprender de otras personas, para ella todos deberíamos tener un “mentor” en cualquier área de la vida y sin importar a qué te dediques. Su importancia radica en la posibilidad de “rebotar” tus ideas. “Cuando uno toma decisiones no alcanza a ver los 360º y el mentor te ayuda a abrir ese círculo”.
Recuerda que uno de sus primeros mentores y con el que está sumamente agradecida por haber creído en ella es Germán Baldwin, su jefe cuando trabajó en General Motors. Reconoce que el liderazgo que Ruth ejerce ahora se lo debe a lo que aprendió de Baldwin: “él siempre nos veía como personas, no como fichas de un organigrama”, recuerda Ruth.
Además de Roberto James, quien fuera director de emprendimiento en el Tec. de Monterrey campus Toluca y colaborador de esta revista, otro nombre que figura en sus mentores está el de Carlos Dotor.
Hoy en día tiene una relación estrecha con distintas pastelerías de la república, de las que siempre está aprendiendo algo. Una de ellas es la Panama, cuya dueña ha sido una gran mentora para Ruth en todo lo que tiene que ver con cómo ir gestionando el emprendimiento en temas de repostería.
Gratitud
Ruth es, sin duda, una persona agradecida, y nos hace ver que hay cosas tan sencillas de agradecer que a veces las damos por sentadas y nos olvidamos de que están ahí y que, por ese simple hecho, ya somos privilegiados.
En este sentido, una práctica constante de Ruth es “Amanecer y agradecer”, que consiste en despertarse y agradecer por tres cosas que nos ofrece la vida. “El agradecimiento es una de las cosas que ha sido más poderosas en mi vida porque cuando agradeces, la abundancia sigue llegando a tu vida”, y tiene por fe el que, de algún modo, estamos comprometidos a regresar lo mucho que la vida nos da.
Asimismo, no nos queda más que agradecer a Ruth el tiempo que compartió con nosotros para la realización de esta entrevista, el aprendizaje que nos dejó y por su labor. ¡Gracias infinitas, Ruth! Y también agradecer a ustedes que están leyendo y llegaron hasta acá, ojalá que aporte algo en sus vidas. Hasta pronto.
Redes sociales
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