Navidad es una época que se vende como la temporada de la alegría, los finales felices y 0 problemas. Sin embargo, aunque la idea es que puedas vivir unas fiestas pacíficas y agradables, no siempre es así. El estrés de reuniones familiares, las expectativas, las redes sociales y recuerdos difíciles pueden convertir diciembre, en una fuente de estrés y agotamiento. Por ello, aquí hablamos de este tema, porque hablar de lo que sentimos no arruinará las fiestas, sino que las hará reales y sinceras.
Culpa por no sentir el mismo entusiasmo
Cada persona llega a diciembre desde diferentes lugares, habrá quienes están atravesando duelos, conflictos familiares o incluso, problemas económicos. Se espera que todos sintamos entusiasmo y felicidad durante las fiestas, por lo que sentir lo contrario se siente incorrecto e impensable. Sin embargo, sentirse abrumado es algo común, es válido aceptar el cansancio o estar indispuesto para los festejos.
Expectativas familiares
La Navidad se pinta como una cena navideña en donde toda la familia se reúne y come alegremente, pero, ¿Qué pasa cuando volver a espacios familiares es lo que realmente nos afecta? Las reuniones familiares pueden ser un punto de estrés y carga emocional con las preguntas incómodas, las comparaciones y los juicios.
No sientas culpa de poner límites y autocuidarte, incluso si eso significa reducir el tiempo en la reunión, evitar algunos temas o incluso no asistir.
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La Navidad “perfecta”
¿Cuántas veces te has comparado con lo que ves en redes? ver fiestas navideñas asombrosas, con outfits icónicos, luces y decoraciones sacadas de una película pueden hacer que nuestra realidad se sienta simple. Sin embargo, recuerda que en ese fragmento de 10 segundos que viste scrolleando se encierra una versión editada de la realidad.
Ante esto, siempre puedes decidir desconectarte un rato. Que no te de FOMO por perderte la Navidad, el verdadero festejo es poder disfrutar y estar tranquilo.
¿Cómo sobrevivir diciembre?
Si si, pero, ¿y las soluciones? aunque cada caso es diferente, aquí hay algunos consejos que puedes seguir o adaptar a lo que necesitas esta Navidad. Sabemos que se dice fácil, pero no necesariamente en la práctica lo será, sin embargo, puedes trabajar en ello siempre procurando tu bienestar y paz mental.
- Baja las expectativas: no necesitas la fiesta más grande o inolvidable, basta con que sean tranquilas,
- Valida lo que sientes, la tristeza, el cansancio o la desesperación no te hacen una mala persona,
- Elige tus espacios, no todo compromiso es obligatorio,
- Cuida tu energía, no olvides dormir, comer y descansar,
- Busca apoyo, hablar con alguien de confianza o con un profesional puede marcar la diferencia.
No hay una forma correcta o equivocada de disfrutar las fiestas. Para algunos es un paso pasarlas cenas con familia, para otras personas será pasarlo con sus amistades, descansar, pasarlo solo o simplemente tratar el día como uno más. Cada forma es válida y toma sentido cuando se adapta a lo que quieres y necesitas.
