Desde muy temprana edad, Ximena López González encontró en el deporte una fuente de inspiración y motivación. Su pasión por el atletismo comenzó cuando tenía apenas 7 años, influenciada por su hermano mayor, quien compartía el mismo entusiasmo por las competencias. Para Ximena, el atletismo no era solo una actividad extracurricular; se convirtió en una forma de vida que moldeó su carácter y disciplina.
El desafío de equilibrar estudios y deporte
A medida que fue creciendo, la exigencia aumentó, pero también lo hizo su determinación. A los 12 años, Ximena comenzó a competir de manera formal en diversas pruebas de atletismo, y con el tiempo, su dedicación la llevó a formar parte del equipo representativo del Plantel “Lic. Adolfo López Mateos” de la Escuela Preparatoria de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx). Durante este periodo, no solo se enfrentó a desafíos en la pista, sino también a la necesidad de equilibrar sus estudios con su intensa preparación física, algo que, según ella, ha sido fundamental para su éxito.
«Es desgastante llevar las dos cosas de la mano», comenta Ximena sobre la difícil tarea de compaginar el deporte de alto rendimiento con el exigente calendario académico. «Pero siempre me han enseñado que una cosa va con la otra. Si descuido la escuela, me puede afectar en el deporte y viceversa».
Este equilibrio ha sido clave en su formación, permitiéndole desarrollar habilidades tanto en lo académico como en lo deportivo.



El esfuerzo reflejado en el oro
Todo este esfuerzo culminó en los XXI Juegos Deportivos Nacionales de la Educación Media Superior (JUDENEMS) de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), celebrados en Puebla del 16 al 20 de junio de 2024. En esta justa nacional, Ximena López González se consolidó como una de las grandes promesas del atletismo. En las pruebas de 1500 y 3000 metros planos, Ximena brilló al colocarse en primer lugar, llevándose dos medallas de oro que representan años de sacrificios, entrenamientos intensivos y el apoyo incondicional de su familia y entrenadores.
Kickboxing universitario: más allá de las medallas, el crecimiento personal
“Estas dos medallas significan lo que trabajé por años. Todo el esfuerzo se ve reflejado en estas medallas. Representan el trabajo de mi familia y de mi equipo. Cada sacrificio ha valido la pena para obtener este logro”, expresó con orgullo la estudiante del tercer semestre de bachillerato. Para ella, cada carrera no es solo una competencia, sino una oportunidad para demostrar que con disciplina, todo es posible.
El equipo que impulsa su éxito
El equipo que ha formado con sus entrenadores y sus padres, Armando López Ávila y Janeth González Palma, ha sido crucial en su camino hacia el éxito. Con su apoyo constante, Ximena ya se ha fijado nuevas metas: seguir mejorando en el atletismo y alcanzar competencias tanto a nivel nacional como internacional. «El correr es una experiencia muy satisfactoria. Cada que terminas un entrenamiento de la mejor manera es muy especial», añade la joven atleta, reafirmando su amor por este deporte.
Un mensaje de motivación para sus compañeros
Para Ximena, ser disciplinada, aferrada a sus sueños, estudiosa y amorosa han sido los pilares que la han llevado a destacar tanto en el ámbito deportivo como en el académico. Con este espíritu, envía un mensaje de motivación a sus compañeros: “Se vale soñar. Que se planteen metas y que siempre se aferren a sus sueños. Todo se puede lograr con disciplina y sacrificios”.
Lo que sigue: Más allá del triunfo
El camino de Ximena López González es un ejemplo de cómo la pasión, la constancia y el apoyo familiar pueden llevar a un joven atleta a superar límites y alcanzar grandes logros. Y aunque las medallas de oro ya están en su cuello, su verdadera victoria reside en el espíritu incansable que la impulsa a seguir corriendo hacia sus sueños.



