[vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][vc_column_text]Eran las 7 de la noche, poco a poco las filas se iban haciendo más grandes para acceder al mítico Estadio de Beisbol Toluca 80 para poder ver brillar al sol.
Algunos hacían un brake a las afueras del estadio donde ya se encontraban vendiendo artículos de colección así como los tradicionales puestos de comida.
Poco a poco los fans fueron ingresando entre llovizna y frío a ocupar sus lugares, la espera fue de más de dos horas hasta el sol brillo haciendo presencia en el escenario.
Con su ya característico elegante traje negro y camisa blanca Micky arribó alrededor de las de las 9:00 de la noche, casi dos horas más tarde de lo programado, inmerso en la expectativa del público que lo recibió con euforia, ovaciones y agudos gritos femeninos. Tras pedirle que no los dejará plantados, con frases como «¡Que ya salga el sol!».
¡Vamos a calentarnos!, dijo Luismi, quien apareció bastante bronceado, como desafinado. Incluso El Sol se veía como preocupado por el audio en ocasiones molesto, con su staff.
Puso a cantar al público desde la tercera canción, sonreía y definitivamente la dicción no le ayudó esta noche, aunque su público le mostró todo su apoyo y no pararon de gritarle «¡Micky, micky!».
Hasta el cierre de esta edición, el concierto continuo normal con esos detalles evidentes pero que no opacaron el disfrute de los miles de asistentes que no llenaron el estadio.
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