México es un país sin igual pero si algo nos caracteriza es el uso del maíz para todo tipo de gastronomía. Tenemos tortillas, tenemos el pozolito, ¡y ahora hasta tenemos un whisky!
Este whisky, de nombre Abasolo, es 100% nacional y toma su esencia del maíz criollo cacahuazintle, sí, el mismito que el que usamos para hacer pozole. Y aunque “whisky” siempre ha sido una palabra para denominar a las maltas de Escocia, Gales y Japón y “whiskey» denomina a las etiquetas que se producen en Irlanda, Estados Unidos, Canadá y otros territorios, los creadores de esta bebida lo han bautizado como “el whisky de México”.
Pero, ¿de dónde viene esta preciosura?
Además de ser 100% mexicano, este whisky también en totalmente mexiquense, pues se produce en la destilería Abasolo que está ubicada en Jilotepec, Estado de México. Y si por la sorpresa de una bebida de esta categoría no te parece tan cool, tienes que saber que Abasolo es la primera destilería de nuestro país que está comprometida con la producción de este tipo de whiskey de maíz, además de que también producen un licor de maíz. ¿Ya se te antojó?
¡Y no te confundas! Abasolo se llama el whiskey, la destilería y la bodega donde se almacena. Así que no hay pierde, no vas a olvidar el nombre de esta joya bebible.
¿Cómo se produce?
Abasolo se destila completamente del maíz Cacahuazintle. Este grano se somete al proceso milenario de nixtamalización (una técnica de más de 4mil años) donde el maíz se empapa y se cocina en una solución alcalina (generalmente un baño de cal), lavado y luego pelado. Es el mismo proceso utilizado antes de que el maíz se muela en masa y se convierta en tortillas u otros alimentos básicos mexicanos.
Poco después la harina se disuelve en tanques de acero inoxidable con agua caliente. El maíz malteado se agrega a la mezcla y se agita durante varias horas. A través de este proceso, la transformación del almidón en mosto ocurre y luego puede ser fermentada por la levadura.
Así, después de más de 120 horas en fermentación, se vierte en alambiques de cobre tradicionales para hacer una primera destilación. Luego se hace una segunda destilación que concentra el alcohol lo suficiente para prepararlo para el envejecimiento. Hacia el final, nuestro destilado entra en las barricas de roble usado y reposa ahí por 24 meses… ¡Y chachán, ya tenemos nuestro whiskey!
Los alambiques de cobre y las barricas de roble logran darle al whiskey un saborcito dulce y un aroma tostado. ¿Ya te lo saboreaste?
Según sus fundadores, Abasolo busca que cada gota, cada etiqueta, sea una especie de homenaje a la cultura milenaria del maíz, la cual tiene un espacio muy importante dentro de la gastronomía mexicana que es considerada, de paso, una de las más destacadas del mundo.
Y como México solo hay uno, todo apunta a que Abasolo se convertirá en uno de los whiskeys más reconocidos del mundo. ¡Hay que probarlo!