[vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][vc_column_text]Por: Dano González
Los filósofos griegos trataban de explicar el amor –cuestión difícil de entender– de alguna forma; Aristófanes afirmó que es el sentimiento más grande que tiene el ser humano y que nada se puede comparar con el placer de sentirlo; Platón difería de las conclusiones de Aristófanes y reclamaba el amor de poseer al ser humano por sus faltas y no por su voluntad.
Spinoza tenía una idea intermedia: el hombre ama porque le causa alegría, aunque ésta provenga de un estímulo exterior que lo haga querer más al otro que a uno mismo; pasando al posmodernismo, según Eva Illouz, los estereotipos con los que crecemos son realmente la idea que hacemos del amor. [/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»34368″ img_size=»full» alignment=»center» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]Si con esto no te ha explotado la cabeza, entonces has de tener el corazón confundido de tantas definiciones que han intentado darle al amor; lo innegable es que la idea del amor ha cambiado tanto como la misma sociedad y así será en todas las épocas por venir.
Pero… vamos a dejar la filosofía y las cosas enredosas que no queremos pensar y comencemos por las que sí queremos sentir, vamos a leer esta pequeña guía para poder dar amor a todos y ser un ente de luz (roja porque… pues así es el amor, rojo pasión, ¡señal de peligro!). [/vc_column_text][vc_empty_space][vc_single_image image=»34369″ img_size=»full» alignment=»center» qode_css_animation=»»][vc_empty_space][vc_column_text]1.- Una vez comprendido el primer paso, reflexiona a qué estás apegad@, esto puede ser a una idea, persona, cosa, un resultado.
Si te cuesta descifrar a qué estás apegad@ piensa en aquellas cosas, personas, ideas que si dejan de estar ahí te causan ansiedad (puedes escribirlas).
2.- Una vez asimilados estos puntos intentaremos ayudarle a alguien más en alguna situación, el reto será hacerlo sin buscar alguna recompensa o compensación por la ayuda, además, la ayuda debe ser espontánea (recuerda que es parte del desapego no esperar un resultado).
3.- Último paso: déjate llevar y regala abrazos, halagos y apoyo moral, eso aplica también para uno mismo.
4.- Para adquirir el poder del amor debemos renunciar a nuestro apego a él. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo. No renunciamos a la intención ni al deseo; ¡renunciamos al interés por el resultado![/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
