Desde su infancia en San Andrés Cuexcontitlán, Margarita Hernández Flores, deportista de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), desarrolló una pasión por las actividades físicas, compitiendo en diversas disciplinas.
Trabajó desde joven para costear sus estudios y a los 19 años, vio cómo el atletismo transformó por completo su vida. Fue en una carrera organizada por el Gobierno del Estado de México, donde participó como jueza, que descubrió el atletismo competitivo, dando paso a una carrera brillante como maratonista, representando a México en dos Juegos Olímpicos.
Una vida dedicada al deporte
En su cumpleaños número 38, Maguito logró la clasificación para los Juegos de París con un impresionante tiempo de 2:25.54 en el Maratón de Valencia. Pero su vida no solo está marcada por el deporte; es Licenciada en Derecho, Maestra en Gestión Organizacional, Especialista en Género y maestrante en Ciencias Aplicadas al Deporte.
En la Universidad Autónoma del Estado de México, con el entrenador José Socorro Neri Valenzuela, inició su carrera en el atletismo. Representando a la UAEMéx, ganó medallas en eventos nacionales e internacionales. Su esposo, Hugo Valdés Martínez, fue un apoyo fundamental hasta su fallecimiento en 2021.
Después de enfrentar lesiones y pausas para formar una familia, Margarita demostró resiliencia. A pesar de las adversidades, logró el oro en el maratón femenil en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2014 y clasificó para los Juegos Olímpicos de Río 2016.
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Sin embargo, el camino olímpico no ha sido fácil. Después de Río, enfrentó lesiones, operaciones y la pandemia que alteró sus planes para Tokio 2020. Ahora, con la mira en París 2024, Margarita planea retirarse del alto rendimiento después de un último esfuerzo olímpico.
El apoyo fundamental de la familia
Margarita Hernández destaca la importancia del apoyo de su familia en su viaje olímpico: “Los atletas de alto rendimiento sacrificamos muchas cosas. No sufres porque te gusta, pero eso no implica que no haya sacrificios. Castigamos mucho las relaciones humanas y familiares. Afortunadamente, mi familia se ajusta mucho a mis tiempos y me hacen mucho más llevadero el proceso deportivo”, dijo.
Un nuevo capítulo después de París
Margarita se prepara para despedirse del alto rendimiento, pero su amor por el deporte seguirá en una nueva etapa, planeando contribuir desde la administración y la enseñanza en la Licenciatura en Cultura Física y Deporte.
“No es fácil llegar a unos Juegos Olímpicos, dar una marca. Económicamente es mucha inversión. Afortunadamente, el apoyo de la UAEMéx siempre ha estado vigente. Estoy muy agradecida con la universidad porque me ha dado mucho de lo que soy. Me ha dado una profesión, un deporte, estabilidad emocional y económica para poder tener una vida plena como profesionista, como deportista y en mi vida personal”, concluyó.
Así es Margarita Hernández Flores, una atleta que no solo corre maratones, sino que también deja huella en el corazón de quienes la siguen.
