¿Qué vamos a sembrar? Agricultura y pandemia un binomio para el cambio

 

Sabe Tierra Huerto promueve el cultivo de huertos domésticos para valorar la agricultura, el trabajo de los campesinos y para concientizar a las personas acerca de las condiciones en las que se producen sus alimentos.

 

Para Ireri Origel, impulsora del proyecto Sabe Tierra Huerto, sembrar es poner en el centro la vida “tener presentes los cuidados, el respeto hacia la tierra”, cuestiones que la pandemia de covid-19 ha puesto sobre la mesa. Por eso, a través de kits con semillas, plántulas, macetas, tierra composteable busca acercar a las personas a esta práctica que las acerca a la naturaleza.

 

La pandemia ha mostrado que el planeta está enfermo, “por eso nosotros estamos enfermos”. Dice Ireri que no podemos tener salud si el planeta no está bien, así lo confirman diversos estudios que señalan que la pérdida de diversidad biológica contribuye a la propagación de patógenos, como el SARS-CoV2.

 

La ciudad acostumbra a un sistema que va veloz, “queremos que todo sea instantáneo y de repente te topas con la agricultura en la que cada planta crece a su ritmo, cada cosa tiene su proceso y no puedo adelantarlo. Tengo que esperar”

 

Una vuelta a la agricultura podría ser determinante para revertir los efectos de muchos estilos de vida caracterizados por ser depredadores, deterioradores e individualistas.“La tierra, la naturaleza son grandes maestras, pero los citadinos nos hemos desconectado totalmente de ellas”. Muestra de ello es la ignorancia acerca de las propiedades que tienen algunas hierbas que aún crecen entre las banquetas: las que salen en durante la primavera y el verano suelen ser plantas que ayudan a los dolores estomacales, pues en la época de calor suelen presentarse afecciones que dañan el sistema digestivo; mientras que en invierno, cuando hay más gripes y resfriados, las plantas que suelen darse ayudan a tratar estos malestares.

 

 

Por eso, insiste, hay que volver a cultivar la tierra ya que, así como permite recuperar saberes, también ayuda a concientizar acerca de las condiciones que hacen posible que un alimento llegue a la mesa. Explica que el hecho de que un producto sea local no significa que su producción haya sido ética o ecoamigable, “ok, es mexicano, pero ¿qué tal si proviene de un sitio que sigue ensuciando ríos o que sigue explotando a la gente?”.

 

Estar consciente acerca del origen de los alimentos implica preguntarse más por las condiciones en las que un alimento creció: de dónde vino, quién lo produjo, en qué contexto. El hecho de sembrar permite dejar de romantizar el trabajo del campo para valorarlo y exigir que haya condiciones adecuadas para las y los agricultores, cuyos conocimientos pueden ser el punto de partida para realizar proyectos, como la agricultura urbana, que inviten a la gente a conocer más de su alimentación y a involucrarse más en ella.Otro de los aprendizajes que acompaña la agricultura es la paciencia.

 

La ciudad acostumbra a un sistema que va veloz, “queremos que todo sea instantáneo y de repente te topas con la agricultura en la que cada planta crece a su ritmo, cada cosa tiene su proceso y no puedo adelantarlo. Tengo que esperar”. Ireri Origel dice también que la contingencia nos está haciendo repensar y reconstruir muchos estilos de vida caracterizados por ser depredadores, deterioradores e individualistas, “ojalá cambiemos nuestro estilo de vida para esas normalidades injustas no vuelvan”.Si te interesa adquirir un kit para iniciarte en la agricultura, escribe al Facebook de Sabe Tierra Huerto Comunidad o envía un mensaje de WhatsApp al 722 407 3806.

 

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