¿Miedo? Estos son algunos de los destinos más “siniestros” del mundo

Los hechos paranormales son situaciones predilectas para sacarnos uno que otro susto en un sinfín de títulos cinematográficos. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado si existen lugares en el mundo que esconden su lado siniestro y por eso son atractivos para los turistas?

 

 

Aunque parezca algo muy loco, hay pueblos, castillos, cementerios y hasta hospitales abandonados en los que ya no hay nadie… salvo espíritus malignos. Esa es quizá una de las razones por las que los seguidores del mundo paranormal se atreven a visitarlos cuando tienen un chance.

 

 

Sea como sea, hoy te queremos contar sobre ciertos spots siniestros que tienen una historia oculta detrás. Saca tu libreta, anótalos y quizá un día te puedas ir (o atrever) a conocerlos.

 

 

Isla de Poveglia, Italia


 

 

Esta “isla del no retorno” o “isla de la muerte” está situada a pocos kilómetros de la bella Venecia y hay un dicho popular que la describe: «cuando un hombre malvado muere, se despierta en Poveglia».

 

 

A pesar de su hermoso aspecto, Poveglia irradia energías negativas. Se dice que durante la epidemia de peste del siglo XIV el gobierno decidió enviar a todos los muertos a este lugar para ser incinerados. Sin embargo, como la situación era tan incontrolable, poco después se decidió que los enfermos (niños, mujeres y hombres) también fueran trasladados a la isla. Su destino era uno solo: morir.

 

 

Posteriormente, Poveglia se convirtió en un complejo sanitario para leprosos y locos. Abandonada para siempre en el año 1968, este destino italiano es conocido como «uno de los lugares más embrujados de Europa».

 

 

Las leyendas locales dicen que el mar sigue acarreando los cadáveres que vienen de ese lugar. Gracias al cielo el acceso a la isla sigue estando prohibido.

 

 

 

 

Stull, Kansas


 

En el mundo del ‘creepypasta’ cibernético, esta región de Kansas está concebida como una de las siete puertas del infierno, a partir de los años 1970 comenzó a emerger la creencia de que estaba invadida por presencias demoníacas.

 

 

El punto cero de los extraños fenómenos es su cementerio, en el que según cuenta la leyenda, fue enterrada una bruja que habría tenido una aventura con el mismísimo diablo.

 

 

Además, se han documentado misteriosos ahorcamientos, incendios, etc. También existe la creencia de que el demonio visita Stull dos veces al año: en Halloween y en el equinoccio de primavera.

 

 

 

 

 

 

Castillo de Montsegur, Francia


 

 

En lo alto de un acantilado y rodeado de un camino pedregoso yace el Castillo de Montsegur, uno de los spots más terroríficos del sur país del amor. Ubicado en el departamento de Ariége, la “Sinagoga de Satanás” (nombre que le dan los lugareños) durante el XII fue sede de los cátaros, declarados herejes años más tarde por la Iglesia Católica. Después de un asedio de 10 meses al castillo, en su interior murieron 200 monjes en una hoguera, no sin antes maldecir el lugar para el resto de la historia.

 

 

Ya sabes, nadie quiere verse envuelto con maldiciones de espíritus religiosos. El castillo está abierto al público, pero dicen que cosas muy extrañas suceden ahí.

 

 

 

Shar-e-Golgola, Afganistán


 

 

Conocida como «la Ciudad de los Gritos», este lugar fue la capital del pueblo Ghorid hasta que el ejército mongol la tomó en el siglo XII.

 

 

En aquella época, el conquistador Gengis Khan perdió a su hijo favorito a manos del por entonces gobernador de la ciudad, Jalaludin. Al final, el rey mongol se vengó y mató a todos los habitantes de la localidad.

 

 

La ciudad ha sido un lugar para la guerra desde siempre, ya que a lo largo de los años se han producido batallas entre rusos, talibanes o estadounidenses. Ahora, ya solo quedan ruinas habitadas por los fantasmas de todos los que perecieron desde tiempos arcaicos hasta ahora.

 

El bosque de los suicidas, Japón


 

Al noroeste del japonés monte Fuji se encuentra Aokigahara, un bosque de alrededor de 35 kilómetros cuadrados que ha crecido sobre la lava expulsada hace más de un milenio.

 

Desde el siglo XIX circulan leyendas que aseguran que el lugar está maldito, y poco a poco empezó a convertirse en el lugar preferido por los suicidas para acabar con su vida. A mediados del siglo pasado las autoridades locales cifraron en 500 los cadáveres que se habían encontrado entre sus árboles, y en las décadas siguientes este número fue aumentando a ritmo de casi 100 más al año.

 

No ayudó precisamente la novela de Seicho Matsumoto ‘El negro mar de árboles’, en la que sus protagonistas acababan con su vida en este lugar. Hoy en día pueden verse multitud de señales de advertencia que intentan disuadir a los suicidas.

 

 

 

La isla de las muñecas, México


La isla de las muñecas fue el hogar de un eremita, Julián Santana Barrera, que vivió aislado entre los canales del barrio chilango de Xochimilco.

 

 

La leyenda cuenta que encontró a una niña que se había ahogado y a partir de ese momento se dedicó a colgar muñecas alrededor de la isla para apaciguar a su espíritu.

 

 

Este lugar se convirtió en una atracción turística para muchos turistas que se acercaban aquí con muñecas para añadir a la colección. En el año 2001

 

Barrera fue encontrado ahogado en el mismo lugar en el que se supone que apareció la niña. La isla todavía se puede visitar, aunque la sensación de que todas esas muñecas te observan es algo rara, por llamarla de alguna manera.

 

 

Hell Town


 

 

Hell Town es el nombre de un pueblo indígena nativo de Lenape ubicado en Clear Creek, cerca de la ciudad abandonada de Newville, en Ohio.

 

 

En los años 70, este ‘pueblo infernal’, sufrió un desalojo masivo de ciudadanos. Las casas estaban destinadas a ser derribadas y la tierra utilizada para un parque nacional, pero los planes nunca llegaron a materializarse. Como consecuencia, las leyendas proliferaron incansablemente.

 

 

Conducir a través del paisaje oscuro y boscoso es suficiente para darnos escalofríos. Luego, gracias a la mente de los visitantes más creativos, las persistentes leyendas de Helltown no pasan de moda. La pronunciada caída de Stanford Road continúa inmediatamente por un callejón sin salida, conocido como ‘el fin del mundo’.

 

 

Si te quedas atascado en este callejón sin salida durante demasiado tiempo, dicen las leyendas de fantasmas que es posible que encuentres tu final en manos de alguno de los muchos miembros del interminable desfile de monstruos que patrullan el bosque (un paciente mental fugitivo, una serpiente anormalmente grande, mutantes causados por un presunto derrame químico, miembros del Ku Klux Klan…).

 

 

 

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