Después de una noche épica, llega el momento que nadie quiere, pero todos enfrentamos: la resaca. ¿Te suena familiar? Si alguna vez te has levantado preguntándote “¿qué pasó anoche?”, este artículo es para ti. Vamos a reírnos (o llorar) con los tipos de «cruda», esas que no puedes evitar pero que al menos podemos clasificar. ¡Aquí van!
Amuletos alternativos según tu signo. ¡Dile adiós a la mala suerte!
1. La Misteriosa
No hay nada más aterrador que despertarte sin recordar absolutamente nada. ¿Qué hiciste? ¿Con quién hablaste? ¿Cómo llegaste a casa? Todo es un misterio y, por supuesto, el miedo a los mensajes de texto enviados o las historias de Instagram subidas en el calor del momento es real. La resaca del olvido absoluto es la reina del suspenso.
2. La “Arrepentida”
Aquí el dolor no es físico, sino moral. Más que náuseas o dolor de cabeza, lo que te tortura es la culpa. “¿Por qué me tomé ese último shot de tequila?” o “¿De verdad le mandé ese mensaje a mi ex?” Son preguntas que rondan tu mente. La resaca te ataca en el alma, y no hay ibuprofeno que cure eso.
3. La Conectada
Sabías que iba a ser un largo fin de semana, así que decides no detenerte. En vez de sufrir la resaca, optas por la sabia (¿?) decisión de seguir de fiesta. ¿Dolor de cabeza? ¡Bah! “Puedo con otro día más”, te dices. La resaca nunca llega… al menos no hasta que el lunes te golpea como un camión a 120 km/h.
4. La “Baño Tour”
Con esta resaca, tu baño se convierte en tu mejor amigo. Cada vez que vas te preguntas: “¿Cómo es posible que todavía quede algo más?”. Y sí, siempre hay más. Entre ida e ida, empiezas a reflexionar sobre la vida mientras tu estómago decide si hacer las paces contigo o seguir en guerra.
5. La “Donde Estoy”
Te despiertas en una cama (o sofá, o silla), pero no reconoces nada. ¿Dónde estás? ¿Cómo llegaste ahí? ¿Por qué hay un perro que no conoces mirándote desde la esquina del cuarto? Nada tiene sentido. Te tomará unas cuantas horas y un par de mensajes para juntar las piezas del rompecabezas.
6. La Eterna
Es el tipo de resaca que parece que no va a terminar nunca. Un día, dos días… ya estás empezando a dudar si alguna vez volverás a sentirte normal. La cabeza late, el cuerpo está débil, y juras que esta es la última vez que sales de fiesta. (Spoiler: no lo será).
Ahí lo tienes. Si te identificaste con alguno de estos tipos de cruda, no te preocupes, ¡todos hemos estado ahí! La próxima vez que salgas de fiesta, solo recuerda que la resaca no perdona, pero al menos nos deja anécdotas para contar (o no).
