Después de que la pandemia comenzara a azotar el mundo a principios de año, las cosas no han sido nada fáciles. Entre marzo y abril muchos países comenzaron a suspender sus vuelos comerciales de forma indefinida hasta que las cosas mejoraran, pero países como Argentina apenas los están reactivando.
Esta situación ha dado un golpe devastador a las aerolíneas, pero, ¿te ha cruzado por la mente qué pasa con esas historias de amor binacionales? Sí, hablamos de las relaciones a distancia que se mantienen de un país a otro.
“El amor es esencial” es la frase que define a Love is not Turism, el movimiento global en redes que pide a gritos que los gobiernos permitan a las personas viajar para reunirse con sus parejas.
Un ejemplo de este caso es el de Agustín Ananía, un joven licenciado en Economía de 23 años, argentino, que hace casi dos años se enamoró en París de una española, Lucía Rivero, también de 23 y estudiante de Políticas y Estudios Internacionales. Desde entonces ya llevan 1 año y nueve meses de novios.
Aunque Lucía viajó varias veces a Buenos Aires para estar con su pareja, sus planes de volver para mayo de 2020 se vieron frustrados por la pandemia y no ha podido ver a Agustín ya que en abril argentina prohibió los vuelos comerciales hasta septiembre, pero siguen sin reanudarse.
El caso de estos enamorados es uno de los cientos que se han unido a Love is not Turism, la mayoría de las parejas que siguen al movimiento son estables, pero no casadas. Algunos tienen hijos y otros están por tener. Hoy se encuentran separados por miles de kilómetros y en algunos casos hasta por océanos. Por ello, desde diversos continentes instan a los gobiernos a reconocer al amor como esencial y a permitir estas excepciones a las restricciones impuestas por precaución ante el avance de la pandemia.
Aunque no lo creas, la iniciativa ha funcionado y la Comisión Europea ya recomendó a varios países que se permitan este tipo de viajes debido a las miles de peticiones que se postean a través de foros, páginas de Facebook y Twitter.
“El cierre de fronteras ha sido -y aún es- una medida razonable, es obvio que había que frenar el turismo”, reconocen en la página de Love is not Tourism, “pero el amor no es turismo. No se trata de unas meras vacaciones de verano, es cuestión de salud mental y del futuro de miles de personas”.
La situación es más grave de lo que se piensa, pues las parejas que estaban acostumbradas a verse ocasionalmente a pesar de la distancia, hoy en día se enfrentan a problemas emocionales ante la ausencia del ser amado. Y, por supuesto, es comprensible.
“El movimiento habla también de cómo el amor es esencial, y sentimos que es completamente necesario para nuestro bienestar físico y mental”, dice Lucía. “Durante estos meses estamos sufriendo ansiedad, depresión, insomnio, pérdida de peso, etc., así que realmente no es un capricho querer reunirnos, sino que lo necesitamos por nuestra salud. Esto es algo que comentamos mucho entre las parejas del movimiento, y realmente hay personas que están sufriendo consecuencias muy serias”.
De acuerdo con el sitio oficial del movimiento los países que ya permiten el encuentro de parejas binacionales son: Noruega, Dinamarca, España, Francia, Alemania, República Checa, Suiza, Países Bajos e Islandia, algunos con sus respectivas restricciones.
Para otros países las peticiones en change.org siguen adelante y las puedes firmar en la página oficial de Love is not Turism . En ella también encontrarás las redes oficiales y los foros donde puedes ponerte en contacto con parejas en la misma situación.
También puedes unirte a la causa con los hashtag #LoveIsNotTourism y #LoveIsEssential, recuerda que mientras más personas los usen, más visible se hará el movimiento.
Con información de Infobae.