¿Quién no ha disfrutado una manzanita deliciosa con unos buenos hielitos en medio de una tarde de comida con la familia? Es más, ¿quién no se ha comprado una manzanita para aliviar el calor?
Bueno, por si no lo sabías, esta bebida mexicana tiene una relación muy especial con Toluca la Bella, porque “nació y creció” en la capital mexiquense.
Te contamos su historia
La embotelladora toluqueña
En 1953, en la ciudad de Toluca, una familia toluqueña comenzó con un pequeño negocio de comercializadora de refrescos con cede en el Distrito Federal, ahora CDMX.
Después de vender otras marcas de refrescos por un largo tiempo, decidieron que era momento de emprender y crear su propio producto. Así, después de solo 4 años, se volvieron productores y crearon la Embotelladora Toluqueña S.A de C.V.
Ya era 1957 y esta embotelladora crecía a un alto ritmo, tanto que se volvió automatizada para llevar a cabo sus procedimientos de embotellamiento del refresco.
El esfuerzo de la familia se vio edificado en la avenida principal Pino Suárez Sur 303 de la capital mexiquense, donde todavía permanece en el recuerdo de muchos tolucos. Así, esta avenida super transitada fue la cuna de una de las embotelladoras más importantes a nivel nacional.
Después de ese logro, Manzanita Deliciosa surgió como marca, registrando su patente y concentrado propio, además de un sabor único que hoy en día sigue conquistando nuestros paladares.
Más adelante, la empresa también creó Charritos en cinco sabores diferentes, refrescos semejantes a las Chaparritas que se posicionaron para competir con marcas extranjeras.
Ahora ya lo sabes. Si quieres tomarte un buen refresco, siempre es buena opción optar por Manzanita Deliciosa, una prueba de que comprar local nos hace crecer como sociedad.