[vc_row css_animation=»» row_type=»row» use_row_as_full_screen_section=»no» type=»full_width» angled_section=»no» text_align=»left» background_image_as_pattern=»without_pattern»][vc_column][vc_column_text]Por: Blanca Arriaga.
Con información de Alto Nivel.[/vc_column_text][vc_empty_space][vc_column_text]Actualmente el acceso a una pensión no es una opción para un Millennial y mucho menos para generaciones subsecuentes, sin embargo hasta 2080 es su responsabilidad cubrir sus impuestos, los cuales financiarán las pensiones para la Generación de Transición.
“ Circunstancialmente el gasto público por pensiones seguirá creciendo durante las siguientes décadas y lo hará a pasos agigantados ya que las pensiones de esta generación son incluso mayores a las de la Generación Afore; todo en consecuencia a los beneficios altamente subsidiados que ofrece la Ley 73, mismos que son cubiertos por los impuestos generales”, explica la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el retiro (Consar) en su blog.
En el sistema pensionario de México anterior, las contribuciones de los trabajadores financiaban el pago de los que eran beneficiados con una pensión; este sistema concluyó en 1997 con las reformas elaboradas a la ley vigente en ese momento; las cuales no solamente modificaron la forma en como se determinaban los beneficios de la pensión, si no también su fuente de financiamiento y sin embargo, los trabajadores pertenecientes a la Generación de Transición pudieron y pueden elegir la pensión que más les favorezca conforme a su alcance en saldo y siguiendo lo establecido en la Ley 97 y su correspondiente, la Ley 73.
Por otra parte, la Base de Datos Nacional del SAR reporta que más de 20 millones de trabajadores pertenecen a la Generación de Transición y que la edad promedio del grupo es de 52 años, donde los más jóvenes tienen 35 años, por lo que es previsible que en las próximas tres décadas se generé un número creciente de pensiones al amparo de la Ley.[/vc_column_text][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row]
