Durante el 2017 conocimos a Frida, la perrita rescatista que ayudó a muchas personas durante el sismo de ese año y les brindó esperanza. Este año, en medio de la crisis sanitaria tan severa de COVID19, también hay una presencia canina que nos llenará el corazón de felicidad y nos sacará una sonrisa en medio de esta tempestad.
Está científicamente comprobado que la presencia de animalitos en nuestra vida hace que las cosas sean mejores, también que pueden sentir nuestros estados de ánimo y que se vuelven empáticos para hacernos sentir mejor. Según Boris Levinson, un psicólogo que llevó a cabo varios estudios para conocer los beneficios de la terapia con mascotas, éstas, no sólo son una forma de terapia agradable, sino que aportan muchos beneficios físicos, psicológicos y sociales.
Por ello, así como la equinoterapia es buena para la rehabilitación, los perritos también fungen como un ancla para aliviar el estrés y la ansiedad en las personas. Eso sí, hay que elegir especies que sean afables, sociales y ecuánimes.
Y aquí es donde la historia de Harley ‘El Tuerto’, un perro de raza pug que perdió su ojito en una accidente, comienza. Según los datos de Excélsior, este adorable can se unió el 4 de mayo al equipo de Psiquiatría, Paidopsiquiatría, Psicología y Neuropsicología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre (ISSSTE) para atender el desgaste emocional y físico que invade a los héroes con bata debido a la pandemia de COVID19 que sufrimos en México.
La jornada de trabajo de Harley es bastante larga, pues desde las 4:30 h él ya está preparándose para ir a visitar a sus amigos del hospital. A esa hora, Harley realiza un paseo, come y luego llega el momento de vestirse con un equipo de seguridad que consta en botas, gafas y un traje aislante. Después, alrededor de las 06:30, este amigo peludo llega al nosocomio donde interactúa con los doctores antes de que ellos ingresen al área en la cual atienden a los pacientes de COVID-19.
Harley termina de trabajar a las 14:00 h y, ya en casa, le retiran su equipo de protección, le dan un buen baño y lo llenan con deliciosa comida. El resto del día lo tiene para descansar ya que a la siguiente mañana tendrá que ir nuevamente al hospital para cumplir con su labor.
Pero, ¿por qué es tan importante la presencia de Harley en el hospital?
Hoy en día hay médicos y enfermeras que llevan más de 50 días seguidos al frente de las filas para combatir el COVID19 y, de acuerdo a Lucía Ledesma Torres, psicóloga y neurosicóloga clínica que se encarga de Harley, algunos de sus compañeros ya presentan alteraciones en sus estados de ánimo que se han plagado de angustia y ansiedad, “entonces estamos aprovechando estos momentos, justo antes de entrar a la zona de COVID, que es cuando más se incrementa la sintomatología ansiosa, para intervenir junto con nuestro coterapeuta canino”, mencionó la médico.
La terapia de “El Tuerto” es libre, así que las enfermeras y los médicos tienen la libertad de cargarlo, acariciarlo y llenarlo de muchos mimos. Además, este chiquitín de tres años no se altera con facilidad y siempre está dispuesto a ayudar a los héroes con bata.
Harley no solo está familiarizado con los entornos de hospital , sino que también recibió un curso en febrero para que fuera capaz ayudar a los medios y enfermeras a afrontar la pandemia. Así, en palabras de la encargada de Harley, este animalito ayuda a “prevenir padecimientos como el trastorno por estrés agudo o más adelante, pueden inclusive desarrollarse trastornos por estrés postraumático como les pasa a los soldados de guerra” dijo la doctora.
