El internet es lo mejor (y a veces lo peor) que nos pudo haber pasado en este siglo XXI, sin embargo, aún se sigue buscando desarrollar una red de velocidad ultra rápida, por eso tenemos el 5G y no sería sorpresa que algún día llegara a haber un 6 o 7 G.
Pero ahora imagina que tu internet sea totalmente seguro e imposible de hackear. ¿Verdad que eso resolvería muchos problemas con los que se lidia en estos tiempos? Bueno, quizá eso podría hacerse realidad en el futuro gracias a la tecnología cuántica.
En la actualidad, el internet funciona con una red de fibra óptica que opera enviando los paquetes de datos en ondas de luz y lo hace más veloz, esto es básicamente lo que conocemos como “banda ancha” en nuestra conexión.
La fibra óptica marcha en gran parte del mundo con los respectivos proveedores de internet, salvo en algunos lugares donde las regiones no son aptas para la instalación.
Pero pese a su velocidad, el envío de datos aún es uno de los aspectos más vulnerables de esta maravilla tecnológica y pueden ser interceptados por alguien con las herramientas y conocimientos informáticos necesarios.
Sí, por eso hay tantas pelis de ciberataques a la CIA, a la NASA y a las grandes compañías que manejan información confidencia y “sensible”, sin embargo, estas situaciones no solo se quedan en la pantalla grande.
Un ejemplo es el caso de Edward Snowden, quien hace unos años logró adentrarse en la red de comunicación de las agencias de inteligencia para filtrar sus documentos.
¡Pero oh sorpresa! Parece que los sabios comienzan a ver luz verde para conseguir un internet cuántico funcional.
En 2018, un grupo de científicos del QuTech, un instituto de investigación tecnológica en Países Bajos, presentó una iniciativa para desarrollar comunicaciones cuánticas.
Desde entonces, el equipo de QuTech presentó avances del entrelazamiento cuántico, pero a principios de 2020 una investigación de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China logró transmitir datos con éxito a través de fibra de 50 kilómetros enrollada dentro de un laboratorio.
¿Cómo funcionaría?
Bueno, en la actualidad, los datos se transmiten a través de bit y para lograr el entrelazamiento cuántico se requieren cúbits, la unidad cuántica.
Con el entrelazamiento, dos partículas a distancia como un átomo, un electrón o un fotón de luz se convierten en unidades cuánticas representadas con un uno y un cero al mismo tiempo.
De esta manera, la partícula receptora descifra el paquete de datos enviados desde el otro extremo sin quedar expuestos en el camino. Si alguien intenta vulnerar el envío, la información cuántica se destruye.
Los cúbits ya se utilizan en estaciones científicas y redes experimentales, sin embargo, el flujo cuántico es muy frágil y difícil de conseguir, por lo que usualmente se realiza en distancias cortas, algo que difícil su uso si hablamos del internet.
Pero parece que para QuTech nada es imposible, pues ya han echado manos a la obra y buscan desarrollar una red de 1.5 km de distancia con internet 100% seguro.
Para hacer esto posible necesitarían “repetidores cuánticos”. ¿Te acuerdas de las estelas azules que en Advergers se buscaban instalar para que recibieran la energía cuántica del “Tesseracto” (el cubito azul)? Sería algo así.
Los investigadores están trabajando en el diseño de los repetidores y creen que podrían conectar Delft y La Haya a finales de 2020, dos áreas que se encuentran a 11 kilómetros de distancia en los Países Bajos.
El equipo chino (obvio) utilizó una red para conectar Pekín y Shanghái (se encuentran a 2mil kilómetros una de la otra), sin embargo, utilizaron componentes convencionales para reconectar los enlaces cuánticos y todavía son vulnerables cuando se rompen.
La buena noticia es que los repetidores en los que trabaja QuTech son, en teoría, totalmente seguros y el equipo cree que podrían tener lista una red global a finales de la década. ¿Te imaginas?
