Además de ser un skate park, House of Vans es un espacio de expresión y libertad. Acá las personas que vienen a patinar siempre se encuentran dispuestas a socializar, a conocer más gente y, por supuesto, a perfeccionar su patinaje y pasarla cool.

Este spot tiene toda la onda del mundo: una fachada de color negro, instalaciones muuuuy vintage y en su interior abundan los laberintos. Cada puerta y cada escalera te conducirá a un rinconcito donde podrás tomarte fotos increíbles.

Dentro de la casa, en unos escaparates enormes, hay una colección de Vans, patinetas, ropa y accesorios para patinar; también verás algunos pares de las primeras generaciones de esta marca y otras joyitas.

Pero no te vayas con la finta de que aquí solo hay skate, eh. En la House of Vans también se realizan conciertos, talleres, actividades artísticas y culturales a las que podrás acceder de manera gratuita. ¿Quieres más razones para venir? Pues aquí patinar no tiene costo y con tu brazalete de entrada tienes derecho a dos bebidas de cortesía en la barra yyyyy si no tienes patineta o protecciones, aquí te pueden prestar algunas.

TE RECOMENDAMOS: NUNCA DEJES QUE TE PONGAN DE ESPALDAS: ¡LUCHA!” PATRICIA OLVERA GONZÁLEZ

Durante nuestra visita conocimos a dos chicas skaters que nos platicaron de su experiencia en la tabla, un ámbito que generalmente está pensado para hombres.

Diana

Lleva once años patinando

“En el skate nunca hay una meta, siempre hay algo más difícil, una rampa más grande, más escalones, un barandal más grande, pero la constancia es la clave”.

Guadalupe

Patina desde hace un par de meses y comenzó en la longboard, pero no hacía trucos, sino hasta que llegó a House of Vans donde intensificó su práctica. Además, en la CDMX tiene una cafetería llamada Modular Café.