Las catástrofes y fenómenos naturales que han impactado a México han dejado fracturas muy grandes, no solo en su infraestructura, sino también en su gente. Sin embargo, en estos acontecimientos es cuándo los mexicanos nos unimos para sobrellevar las tragedias.
El 19 de septiembre es una fecha marcada en la historia de la nación, en 1985 los derrumbes derivados de los movimientos del subsuelo acabaron con la vida de miles de personas. Por increíble que parezca, 32 años después, la historia se repitió.
Sin duda alguna, los medios de comunicación jugaron un papel importante en la difusión de información referente a la situación del país, sobre todo de dos historias que llamaron la atención de la sociedad mexicana, el caso de dos niños desaparecidos en los escombros, que se mantenían con vida y pedían ayuda conmocionaron a México.
Hace ya 35 años, equipos de rescate se enfocaron en localizar a Luis Ramón “Monchito”, un niño de nueve años, supuestamente atrapado en un edificio del Centro Histórico de la Ciudad de México, quien pedía ayuda por medio de golpes en los escombros. Luego de varios días de búsqueda y la ausencia del cuerpo, se llegó a decir que “Monchito” nunca existió y que la búsqueda no fue otra cosa que una pantalla para recuperar una caja fuerte de los escombros.
Hace solo tres años, rescatistas y medios de comunicación centraron su atención en el colegio Enrique Rébsamen, donde se luchaba por rescatar a Frida Sofía, niña atrapada debajo de los restos del edificio. La cobertura por parte de las televisoras más importantes y el llanto de una conductora conmovieron a la nación. Televisa logró récords históricos por la cantidad de gente que seguía el caso, mismo que posteriormente fue desmentido por la Secretaría de Marina.
Mismo día, mismas historias, 32 años después. El juego mediático y el lucro de la catástrofe se figuraron como el sello de unas de las tragedias más grandes en la historia de México.
