Por Claudia García
Desde hace 15 años Rafael Cárdenas Cruz ha visto florecer una de las plantas más emblemáticas de la Navidad, la nochebuena.
Cada año su cosecha en los viveros ubicados en San Lorenzo Tlacotepec en Atlacomulco era de 20 mil plantas, pero, al igual que otros sectores el florícola, este 2020 también resultó afectado por la contingencia sanitaria, tanto así que ahora sólo producirá cinco mil nochebuenas.
«Este año únicamente metimos de siete pulgadas y macetones, que fueron dos mil de la primera y mil de la grande. Los costos van de los 250 pesos la más cara y 50 pesos la más barata».
Con un rostro un tanto triste, Don Rafa comenta que las ventas apenas alcanzan un 30 por ciento, ya que sus compradores principales este año no llegaron.
“La venta bajó y ahorita los clientes que vienen pues se llevan poco, no se llevan mucho como en años pasados que a lo mejor venían por 500 ahora solo por 100 o 50”.
Doña Gudelia es otra productora de Atlacomulco. En su caso la producción disminuyó aproximadamente un 50 por ciento, lo que se traduce en la plantación de solo 14 mil plantas, cuando en 2019 fue de 25 mil plantas.
“Disminuyó porque siempre llenamos las naves y ahorita sólo la mitad. Nos fuimos al 50 por ciento y la venta ha sido poca. El precio lo dejamos pese a que nos incrementaron el costo de los químicos, las macetas, casi todo eso”.
Los minoristas han sido la pieza clave para estos productores ya que por lo menos les compran entre cinco y 15 piezas, de lo contrario sus ingresos se quedarían en ceros.
“Los mayoristas no están comprando ahorita ya que están con el temor de que les van a cerrar el tianguis o el centro comercial. Muchos dependen de esos lugares y como no están dando permiso, mejor se abstienen de comprar. Ellos nos compraban particularmente hasta mil 500 piezas”.
Actualmente en San Lorenzo Tlacotepec subsisten 100 productores de nochebuena, pues, ante la pandemia sanitaria por coronavirus, 200 de ellos cambiaron de giro temporalmente para evitar pérdidas económicas.
“En años pasados éramos como 300. Antes teníamos una producción de 10 mil a 15 mil nochebuenas, ahora solo nos arriesgamos quienes nos quedamos a generar un 30 por ciento” comenta Alejo Esquivel.
Los mercados más fuertes para los productores mexiquenses hasta el momento han sido Mazatlán, Monterrey y Hermosillo.
El único anhelo de quienes se dedican a dar vida a la nochebuena es que lleguen compradores a sus viveros y que cada flor de color rojo, blanco, amarilla y rosa puedan adornar y llenar de olor navideño los hogares mexiquenses.
