En México aún no llegamos al verano y ya nos estamos derritiendo por la tercera ola de calor en el año, lo que nos hace estar expuestos al famoso «golpe de calor».
Esta condición se produce cuando el cuerpo humano supera los 40 grados centígrados durante un tiempo prolongado y mecanismos reguladores como el sudor fallan en mantener la temperatura normal.
Desafortunadamente son adultos mayores, niños y aquellos que sufren de enfermedades crónicas o tienen sobrepeso quienes están más expuestos a este trastorno, pero todos podemos sufrirlo.
Síntomas de un golpe de calor
Los síntomas son muy evidentes: dolor de cabeza, piel seca y caliente, ausencia de sudor, sed intensa, dificultad para respirar, taquicardia, mareos, confusión, convulsiones e incluso pérdida del conocimiento, náuseas y vómito.
Es importante que ante la presencia de estos síntomas busques atención médica de inmediato y tomes medidas para enfriar el cuerpo. Recomendamos recostar a la persona afectada en un lugar sombreado y ventilado, aflojar o quitar su ropa y aplicar compresas frías en el cuello, ingle, axilas y cabeza. Es importante llamar a emergencias para trasladar a la persona afectada a un hospital.
La prevención es fundamental para evitar estos casos.
Para prevenir un «golpe de calor», se pueden tomar las siguientes medidas:
- Evitar la exposición prolongada al sol y usar protector solar.
- No realizar actividades físicas entre las 12:00 y las 16:00 horas.
- Vestir ropa fresca y holgada de colores claros.
- Protegerse con gorros o sombreros.
- Mantenerse hidratado y consumir alimentos adecuados.
- Buscar sombra y espacios frescos.
- Nunca dejar a personas dentro de automóviles estacionados.
Recordemos que la prevención y la atención oportuna juegan un papel clave para evitar situaciones peligrosas relacionadas con el calor.