La naturaleza es asombrosa, pero también lo son los seres humanos que hacen posible la reintegración de especies a sus ecosistemas naturales. Este bisonte que habitaba las planicies de Coahuila se declaró extinto hace cien años, pero ahora volverá a recorrerlas como solía hacerlo en el pasado.
Después de un siglo de ausencia, por fin se logró reintegrar a este precioso mamífero y se liberó a la segunda manada dentro de las Áreas de Protección y Fauna Maderas del Carmen y Ocampo en Coahuila.
La reintegración de la especie se dio gracias a que desde algunos años distintos órganos de gobiernos, universidades, sociedad civil, organizaciones internacionales y empresas privadas decidieron devolver al bisonte a esta región. Así, el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos donó 23 ejemplares y once años después de que la Reserva de la Biosfera de Janos en Chihuahua recibió los ejemplares, ahora suman 200 individuos. Se espera que lo mismo suceda con los 19 ejemplares que recibió Coahuila. ¡Una buena noticia para el planeta!
Estos ejemplares son un paso importante en la reaparición de la especie en el norte del país, pues no debemos olvidar que los estados de Coahuila, Chihuahua, Sonora, Nuevo León y Durango alguna vez fueron santuarios del bisonte americano. Además, hace algunos siglos la población mundial de bisontes rondaba en los 30 millones, sin embargo, para el siglo XX, ya solo existían 1000 ejemplares que terminaron extintos por la caza, las enfermedades y la desaparición de sus pastizales.
El bisonte americano de las planicies, cuyo nombre científico es Bison bison, es el mamífero más grande sobre tierra del continente americano. Antiguamente el hábitat del bisonte abarcaba México, Estados Unidos y Canadá. Su presencia fue de suma importancia para los pueblos originarios del norte, quienes lo integraron en su cosmovisión y lo protegieron tanto como pudieron.
Esperemos que este increíble paso ambiental sea uno de muchos para salvar el planeta tierra.
