Por Gustavo Peña
En abril la plataforma de streaming Netflix estrenó la primera temporada de Heartstopper, una serie británica inspirada en la novela gráfica de Alice Olsman, la cual cuenta con ocho episodios con una duración de entre 25- 30 minutos.
Heartstopper cuenta la historia de Nick Nelson, un joven deportista y estrella del Rugby; y Charlie Spring, un joven abiertamente gay. Ambos acuden a Truham, una institución exclusiva para varones, sin embargo, el destino los llevará a conocerse y poco a poco desarrollarán un vínculo que irá más allá de una amistad.
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Es realmente hermoso cuando te encuentras proyectos que valen toda la pena del mundo, y en esta ocasión, le aplaudo a Netflix por esta producción que genuinamente se ha ganado el posicionamiento que hoy en día tiene.
Quiero empezar comentando que se nota la esencia de la autora como parte del trabajo de la producción; me encantó el castin, ya que representan la edad que los personajes tienen en la serie, por lo que esto se nota de una forma muy natural, además de que la interpretación de Kit Conor es impecable.
Celebro la representación real de la bisexualidad: desmitifica el estereotipo de promiscuidad que en muchas de las ocasiones se le atribuye, dejando ver un camino de autodescubrimiento y crecimiento por parte del personaje de Nick, reforzando estéticamente con un juego de luces los colores de las diferentes banderas de la comunidad.
Considero que, el mostrar historias reales, auténticas y dejar de romantizar es indispensable, y la serie lo consigue, trayendo un contraste emocional enorme; por un lado, la historia de amor entre nuestros protagonistas que con todas sus letras es hermosa, pero en el otro extremo la realidad en donde aún existe acoso y burlas, mostrando más realidad que solo convencionalismos por parte del guión.
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Me encantó también la forma en la que se retoma la parte de la comunidad trans por medio de “Elle”, que sin duda, es uno de los personajes más hermosos de la serie, deja ver diferentes espectros de la comunidad en conjunto con la visibilidad de las relaciones lésbicas de una manera armónica y sin la sexualización que en algunas series se ha dado.
El soundtrack por otra parte, es verdaderamente estupendo, tiene este estilo emocional en compañía de todo lo que compone -tanto a nivel narrativo como a nivel audiovisual-, y que para todos aquellos que son fans de las novelas gráficas quedarán cien por ciento conformes con el trabajo.
No me queda más que decir que Heartstopper es una bocanada de aire fresco, que transmite y llega al corazón, dejando una huella y estándares altos para las próximas producciones del año.
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Mi calificación para Heartstopper es: 5/5
