Gustavo Peña.
Este año ha estado marcado por el estreno de cintas controversiales. Crimes of the future, La civil, Todo en todas partes, Batman, Elvis, Don´t worry darling, y, más recientemente, Blonde son algunos ejemplos. Ahora, la cinta Bros acaparará los reflectores.
Esta obra –dirigida por Nicholas Stoller y protagonizada porLuke Macfarlane y Billy Eichner– es una comedia romántica con temática cien por ciento LGBTQ. Se centra en las vidas de Bobby y Aron, dos hombres gay que no tienen interés por comprometerse en una relación seria. Pero todo cambia cuando, por causas del destino, se conocen y poco a poco se enamoran.
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Para ser sincero, creo que es interesante ver cintas en donde la representación queer fluye de manera natural. Por cierto, en esta cinta todo el equipo fue integrado por representantes de la comunidad LGBTQ.
La película pretende ser una crítica –en muchos sentidos– de las relaciones y estructuras del sistema heteronormativo, burlándose de estos modelos. Es interesante cómo intentan romper con las representaciones que la comunidad heterosexual ha creado entorno a lo queer.
Sin embargo, aunque intenta quitar estas etiquetas, en cierto sentido termina por recaer en ellas. Es una cinta que avanza de forma abrumadora y con ritmo constante, pero es tardado conectar de forma emotiva.
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Además, aunque se entiende que la cinta aborda lo cómico, hay ocasiones en que, por explotar este recurso, la historia se sienta sosa, tonta y una más del montón.
Es sumamente interesante la reivindicación que se busca sobre las causas LGBTQ. No obtante, la cinta llega a ser muy color de rosa. Pues se muestra una relación “bonita” –entre los protagonistas– que raya en lo inverosímil.
Finalmente, debo decir que la entrega cierra con fuerza, lo cual hace que realmente se conecte con la cinta y el mensaje.
