El covid-19 continúa con una rápida propagación por todo el mundo, Europa y Estados Unidos enfrentan una segunda ola de contagios, algunos gobiernos se han visto obligados a reimponer impopulares restricciones a la vida social, los desplazamientos y los negocios, para tratar de controlar los rebrotes.
MILLONES DE CONTAGIOS
Desde el comienzo de la epidemia más de 54.493.680 personas contrajeron la enfermedad. De ellas al menos 34.839.400 se recuperaron, de acuerdo con reportes de la agencia AFP.
El domingo se registraron en el mundo 6.225 nuevas muertes y 498.768 contagios. Los países que más fallecidos registraron según los últimos balances oficiales son Italia con 546, Estados Unidos (540) e Irán (486).
La cantidad de muertos en Estados Unidos asciende a 246.224 con 11.038.312 contagios. Las autoridades consideran que 4.185.463 personas sanaron.
Después de Estados Unidos, los países con más víctimas mortales son Brasil, con 165.798 muertos y 5.863.093 casos, India, con 130.070 muertos (8.845.127 casos), México, con 98.542 muertos (1.006.522 casos), y Reino Unido, con 51.934 muertos (1.369.318 casos).
Entre los países más golpeados, Bélgica registra la mayor tasa de mortalidad, con 124 decesos por cada 100.000 habitantes, seguido de Perú (107), España (87) y Argentina (78).
China registró un total de 86.346 personas contagiadas, de las que 4.634 murieron y 81.319 sanaron totalmente.
América Latina y el Caribe sumaba 424.105 fallecidos.
CIENTÍFICOS DESMIENTEN LAS TEORÍAS CONSPIRATIVAS
Desde que se registraron los primeros contagios de covid-19 en China, las teorías conspirativas surgieron.
La primera indica que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio chino y esparcido como arma biológica en contra de otras potencias.
La segunda hace referencia a que ese mismo virus sintético había logrado escapar, como consecuencia de la negligencia de los investigadores chinos, y que empezó así a propagarse por el mundo.
Ante estas teorías un grupo de científicos se dio a la tarea de investigar que tan reales podrían ser.
De acuerdo con la BBC Mundo, los investigadores lograron establecer que el SARS-CoV-2 (el nombre del virus que causa el covid-19) no es una invención humana, sino que es producto de la naturaleza.
«Pudimos determinar, a partir de decodificar el material genético del nuevo coronavirus, que no se trata de una creación de laboratorio, sino que es producto de la evolución natural», le dijo a BBC Mundo el doctor Robert E. Garry, profesor de la Universidad de Tulane, Estados Unidos, integrante del equipo de investigación.
Esta afirmación echa por tierra la teoría de que el nuevo coronavirus es un «arma biológica» creada por el hombre.
«Pudimos establecer que, a partir de las características genéticas del SARS-CoV-2, es imposible que alguien pudiera haberlo creado en un laboratorio», agregó.
Y para llegar a esa conclusión tuvieron que analizar el material genético del nuevo coronavirus y compararlo con los virus que actualmente están en los laboratorios de virología.
“Si se tratara de una construcción de laboratorio, se tendría que haber utilizado un virus previamente conocido como plantilla. El virus más cercano al SARS-CoV-2 es un virus de murciélago que fue secuenciado después de que comenzó la pandemia», anotó Garry.
«Comparamos todos los virus que podían servir como plantilla, incluidos estos que fueron hallados en el pangolín y los murciélagos, y los cálculos de la computadora señalan que no se hubiera podido crear en un laboratorio un virus que tuviera esta capacidad de infección», explicó el investigador.
Las conclusiones les permitieron a los investigadores aportar más indicios a la teoría de que el virus fue transmitido de los animales a los hombres.
«Podemos sugerir, a partir de lo que hemos hallado en nuestros análisis, dos escenarios sobre el origen del virus: primero, que podría haber un proceso de selección natural en un huésped animal antes de la transferencia zoonótica (es decir, de animales a humanos)», señala el texto publicado en Nature Medicine.
